Hay varios grupos dentro de una población que son más vulnerables a los desastres. Desde los económicamente desfavorecidos hasta los hogares monoparentales y los nuevos inmigrantes. A continuación se muestra nuestra lista de grupos que tradicionalmente han enfrentado un momento mucho más difícil para prepararse, responder y recuperarse de desastres y emergencias.
económicamente en desventaja
El acceso a la riqueza es el indicador medible más sólido para identificar a una población vulnerable. Cuanto más rica se vuelve una comunidad (o familia), más acceso tiene ese grupo a los recursos para ayudarlos a responder y recuperarse de desastres y emergencias. Una población climática puede darse el lujo de vivir en áreas con baja delincuencia, mejores edificios, acceso a transporte y alimentos, etc. Aquellos que no tienen acceso a la riqueza, corren el riesgo de vivir en condiciones inseguras y se vuelven más vulnerables a los efectos de los desastres naturales. Las familias de bajos ingresos a menudo tienen peor salud, dietas más deficientes y mala salud crónica, lo que lleva a una recuperación mucho más prolongada de los desastres y las emergencias.
Una forma de reducir esta brecha es proporcionar kits de emergencia a las familias que normalmente no podrían comprar suministros de emergencia. Los kits de emergencia ofrecen la oportunidad de nivelar el campo de juego y brindan a las familias acceso a las necesidades humanas básicas necesarias para sobrevivir.
Familias monoparentales, bebés y niños
Los hogares monoparentales son más vulnerables a las emergencias que las familias con dos ingresos debido a su acceso reducido a empleo estable, transporte y beneficios de salud. No tener suficiente acceso a muchas de estas necesidades pone a una familia monoparental en mayor riesgo de convertirse en víctima de un desastre. Por ejemplo, un padre puede optar por ignorar las órdenes de evacuación porque no puede darse el lujo de ausentarse del trabajo. O no tienen los medios para evacuar a su familia y están confinados al transporte público.
Individuos Aislados y Ancianos
Aquellos que están aislados pueden volverse más vulnerables a los efectos de una emergencia porque carecen de suficientes sistemas de alerta temprana. Muchas veces, las alertas tempranas de un desastre o emergencia se comparten entre los miembros de la familia y dentro de los círculos sociales. Las personas aisladas y las personas mayores son más vulnerables porque carecen de esos círculos sociales que confirman una evacuación. Los individuos aislados tampoco tienden a mantenerse informados de los ciclos de noticias en curso; como resultado, es posible que no estén al tanto de las órdenes de evacuación o de cualquier emergencia.
Personas con Discapacidad Intelectual, Psicológica y Física
Aquellos que tienen discapacidades psicológicas y físicas son más vulnerables a los desastres y emergencias porque es posible que no tengan la capacidad de reconocer una amenaza. Además, es posible que las personas con discapacidades físicas no puedan transportarse a lugares más seguros. Como resultado, serán más vulnerables. Es posible que no puedan interpretar señales ambientales como tormentas eléctricas y vientos fuertes como señales de peligro. Además, si las personas discapacitadas no tienen cuidadores, es posible que no entiendan las órdenes oficiales de evacuación y corran el riesgo de convertirse en víctimas de un desastre.
Nuevos inmigrantes y visitantes
Los nuevos inmigrantes y visitantes de nuestro país enfrentan dificultades para hacer frente a desastres y emergencias debido a su falta de comunicación e interacción social. Es esencial que los nuevos inmigrantes aprendan inglés, no solo para convertirse rápidamente en ciudadanos sino también para comunicarse con vecinos y amigos durante situaciones de emergencia. Los vecinos suelen ser los primeros en responder a cualquier desastre y, si no conocen a su familia, no estarán dispuestos a ayudar.