La palabra «Desastre» inmediatamente trae a la mente la violencia – de un huracán, una inundación o un terremoto. Es solo pensándolo bien que el impacto real de un desastre, sin importar cuál sea su causa, se vuelve claro.
Cuando un desastre golpea a una pequeña empresa sin un plan de supervivencia de emergencia, lo más probable es que signifique cierre total del negocio y pérdida de empleo para todos los involucrados.
Incluso cuando se cuenta con un plan, es posible que le falte un componente clave: estar preparado para manejar la preocupación de los empleados por la seguridad y el bienestar de sus seres queridos.
Esta preocupación es tan fuerte que, a menudo, incluso los miembros más importantes del personal, con una gran responsabilidad en las funciones de misión crítica, se sabe que abandonan el negocio por completo, luchando por llegar a casa para salvar a la familia del caos o peligro imaginario.
Sin el personal clave, aunque el edificio sigue en pie, el resultado puede ser el mismo: cierre total.
¿Hay una solución?
Después de una carrera de trabajo con pequeñas (y grandes) empresas, y los últimos 15 años ayudando a construir y liderar un equipo local de preparación para emergencias en el vecindario, creemos que HAY una solución.
En nuestra opinión, la solución ideal es la coordinación o incluso la «integración» de las comunidades. Esto se puede lograr cuando…
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La gerencia, el personal y los empleados de la empresa han recibido capacitación del Equipo de Respuesta a Emergencias Comunitarias (CERT).
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La empresa ha construido su plan de preparación para emergencias en torno al modelo CERT y estos empleados especialmente capacitados.
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Se ha alentado o incluso apoyado a todos los miembros de la familia de los empleados para que obtengan la misma capacitación CERT.
La extensión ideal de este concepto sería que cada uno de los vecindarios residenciales de los empleados también se convirtiera en comunidades capacitadas en CERT, lo que debemos reconocer es una posibilidad poco probable.
Sin embargo el mero hecho de saber que sus familias están preparadas para emergencias mayores permitiría a los empleados permanecer en sus puestos de trabajo más tiempo, ayudando a la empresa a tomar medidas inmediatas para proteger datos y equipos importantes para preservar el negocio y sus ingresos.
Es un ganar/ganar si se puede lograr. E incluso si solo se puede implementar una parte de la solución, la empresa estará en una mejor posición para soportar o incluso prevenir la interrupción del negocio.
Todo comienza con planes de preparación para emergencias para vecindarios y/o negocios. Dichos planes NO son difíciles de desarrollar dados los muchos recursos disponibles de fuentes gubernamentales y autores dedicados. Pero hay urgencia para empezar ahora:
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Las emergencias pueden suceder y suceden. Sin un plan, pueden convertirse en desastres.
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Su planificación debe realizarse ANTES de que ocurra la emergencia.
Hay disponibles herramientas nuevas y económicas para facilitar el proceso. ¡No esperes más para empezar!