Cuando ocurre un desastre: 3 formas de evitar un choque mientras habla

Bienvenido al mundo real: las cosas suceden. Especialmente, las cosas suceden mientras estás dando un discurso. Cosas malas, cosas que realmente pueden arruinar tu discurso. Las alarmas contra incendios se activan, falla la energía, la bombilla de un proyector se apaga, su computadora portátil decide comerse a sí misma, etc. ¿Qué debe hacer un altavoz?

Necesitas tener un plan

Si quieres tener alguna posibilidad de no autodestruirte cuando algo sale mal mientras das un discurso, entonces vas a tener que tener un plan. Ah, y va a tener que ser un muy buen plan.

¿Puedes decir tarea? Para prepararse para las cosas que sucedan mientras está dando un discurso, necesitará pasar un tiempo ANTES del discurso repasando todas las cosas que podrían suceder. Una vez que haya identificado estas cosas, comenzará a sentirse mucho más relajado con respecto a su discurso real; debe estar preparado para lo que suceda.

Hace un tiempo aproveché una oportunidad que se me presentó para convertirme en Profesional Certificado en Continuidad de Negocios. Esto significa que ahora se me considera un experto en cómo planificar para lo peor.

Lo más importante que obtuve de toda mi capacitación fue en realidad lo más simple: debe identificar todo lo que podría sucederle, pero luego solo tiene que planificar los elementos más probables en esa lista. Posible simulacro de incendio: planifíquelo. Meteorito golpeando la tierra durante su discurso: póngalo en la lista, pero no se preocupe por planificarlo (probabilidad demasiado baja).

Se trata de la escotilla de escape

Aunque es posible que desee tener un agujero al que pueda ir y saltar si sucede algo que interrumpe su presentación, en realidad no tiene esa opción. En el mundo del espectáculo tienen un dicho que dice «El espectáculo debe continuar» y lo mismo puede decirse de su presentación. Lo que sí necesita tener es una escotilla de escape que conduzca desde la presentación que estaba dando a la que dará después de que ocurra el evento.

Esto significa que antes de tu discurso, debes tomarte el tiempo y pensar en todas las cosas posibles que podrían salir mal. Solo pensar en ellos no es suficiente, también debe decidir qué haría si sucedieran. Me tomaría el tiempo de escribir tanto el posible evento como la acción que tomaría si sucediera. Solo la acción de escribir puede ayudar a reafirmar las cosas en tu mente.

Un ejemplo de ello: si la bombilla de su proyector fallara, ¿cómo manejaría eso? Una posibilidad sería distribuir un folleto que haya creado solo para esta situación. Otra forma de manejarlo sería sacar el rotafolio y comenzar a dibujar en él. No importa lo que hagas, solo ten un plan en caso de que algo suceda.

Eres la roca, actúa de esa manera

Cualquier discurso es en realidad una actuación. Cuando algo sale mal, tu rendimiento no termina. La forma en que reacciona ante un evento no planificado contribuirá en gran medida a determinar cómo reacciona su audiencia ante el evento.

Lo que todo esto significa es simplemente que no debes reaccionar cuando algo sale mal. No muestres sorpresa, enfréntala y sigue adelante con tu discurso.

La parte más difícil de todo esto es recordar que no son solo las palabras que dices las que pueden revelar sorpresa, sino también tu lenguaje corporal. Una vez más, aquí es donde haber pensado en todas las posibilidades lo ayudará a lidiar con ellas como sucesos esperados.

Práctica práctica práctica

Para poner en práctica toda esta planificación, debe haber practicado lo que haría si algo sucediera. No estoy sugiriendo que active una alarma contra incendios o sabotee su proyector, mi sugerencia es mucho más simple.

Una vez que haya terminado con su planificación, siéntese e imagínese mentalmente dando su discurso. Ahora imagina que algo sale mal. ¿A qué te dedicas? «Mírate» a ti mismo reaccionando con calma y con mucha seguridad ante cualquier evento.

Al repasar mentalmente el evento y su reacción ante él, desarrollará una «respuesta aprendida». Esto significa que si tal evento te sucede, instintivamente sabrás cómo reaccionar. Tanto tus palabras como tu lenguaje corporal le dirán a tu audiencia que tienes la situación bajo control.

Lo que todo esto significa para ti

La vida a veces nos da limones. Desafortunadamente, a veces estos limones llegan justo en medio de una de nuestras presentaciones. La forma en que lidiamos con los eventos no planificados de la vida puede determinar el éxito o el fracaso de ese discurso.

Siempre debemos planificar con anticipación los eventos que están fuera de nuestro control durante un discurso. Esta planificación nos ayudará a tener un plan de respaldo y nos permitirá transmitir una sensación de control a nuestra audiencia.

Sí, esto requerirá más trabajo de su parte para estar listo para dar un discurso. Sin embargo, tomarse el tiempo para planificar lo peor puede ayudarlo a dar un discurso exitoso en las peores circunstancias.

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